sábado, 31 de marzo de 2012

Cierre y fin de la emisión.

Habiendo salido del purgatorio, me amarré los zapatos, me puse la chaqueta y me dispuse a disfrutar del resto del camino...

He recibido el amor y he visto como en el odio se refleja una mezquina admiración. Ya no me importa si lo que dicen de mi es verdad o mentira, pero para enriquecer el mito les concedo el beneficio de la duda.

 No he vuelto a escribir porque no tengo nada que decir. No me quejo, me aburre profundamente ser una victima. Tampoco soy un verdugo pero me tranquiliza la justicia cuando finalmente llega.

Las instantáneas inmigrantes han dejado de serlo. Ya no paso mi vida tratando de entender, de interpretar, de diferenciar. Porque ya no estoy de paso por mi vida, ya no navego en la nostalgia pegachenta,  ya no me angustia el descubrimiento de que "en todas partes se cuecen habas" y por el contrario me llena de fe.

No es que ahora piense diferente, sigo siendo yo, simplemente le di a mi nueva realidad la oportunidad de sorprenderme. A falta de una familia política comprometida con mi causa, me armé una y puedo pasar tardes de sábado en el parque con mis nuevas hermanas y sobrinas.

Si pudiera mandarle una carta a la persona que se subió al avión con 6 meses de embarazo y una maleta llena de ropa para bebe le diría que el purgatorio no es eterno, que nada es como me lo imaginé, que la dificultad me va a enseñar a disfrutar de las cosas simples de la vida, que los que mas se despiden son los primeros que te olvidan y que todo va a salir bien a pesar de que no haya una sola coincidencia con lo que había  planeado.

Habiendo salido del purgatorio, este blog se despide y agradece profundamente su invaluable atención.

PD: Cuando encuentre otro tema sobre el cual escribir los mantendré infomados. A todos los que me escribieron les mando todo mi amor y la certeza de haberme salvado.