miércoles, 8 de mayo de 2013

Walie


Mi preguntó si el niño tenia su propia cama. Si dormíamos juntos. Si comíamos en una mesa. Luego me dijo que debía comprarle una bicicleta. -Otra? pensé yo-. Luego me explicó que era un Lego, donde comprarlo y me indicó que yo debía hacer una figura y obligarlo a repetirla de manera idéntica. La reunión duró 40 minutos. Terminó mal. -Doctora yo soy Bac+5, certificado por el Gobierno Francés y a mi me respeta- dije. En su misión de médica de los colegios públicos, su obligación era procurar el bienestar del niño y explicarme todo eso que mi condición de inmigrante del tercer mundo me impide saber.

En la foto se puede observar la versión de Walie hecha por el niño de la inmigrante, sin intervención de la misma.

Si alguien me vuelve a hacer el comentario, "Qué envidia, tu, viviendo en Europa!"…  Le pongo la mano…