jueves, 25 de junio de 2009

La diferencia

- Hola tía.
- Hola mija, ¿Qué hiciste este fin de semana?
- El sábado fuimos a un matrimonio.
- No me hables de matrimonios mija, no te imaginas el desastre que han sido los preparativos del matrimonio de Ana Catalina.
- ¿Y eso? ¿Qué ha pasado?
- Pues mija, yo no digo que él sea una mala persona. Pero la familia de él es de esas que les ha tocado trabajar toda la vida. Imagínate que él es el primero en ir a la universidad. Tú has visto dónde viven… y como te digo mija, es que no son iguales a nosotros: son una gentecita buena y decente, pero claro a la hora de organizar un matrimonio se nota mucho la diferencia.
- ¿Pero cómo en qué se nota la diferencia?
- Pues mira, nosotros dijimos que se hiciera lluvia de sobres en dólares y a este gente le pareció mal. Que las tías ya les están bordando la colcha con los cojines compañeros y que una prima les está pintando un cuadro.
- Pero bonito el detalle…
- Ah mija tu porque eres una hippie recalentada… Luego fue la decisión de dónde hacer la fiesta. Nosotros claro queremos hacerlo en el club y nos salen con el cuento de que un sobrino había sido mesero y que tenía contactos en un restaurante disque muy bonito.
- Bueno pero tuvimos un alcalde que fue caddie.
- No me lo recuerdes. Queríamos mandar a hacer las invitaciones en la imprenta de los Charry y a estos les dio que una de las abuelas tenía una caligrafía divina que ella podía hacerlas. ¿Tú te imaginas que va a decir la gente?
- Bueno solo quieren participar.
- Si mija, eso es lo más terrible. No hemos logrado que dejen de participar, de opinar, de ofrecerse para todo...
- ¿Y Ana Catalina qué dice?
- Ella feliz, dice que este muchacho es un amor y que lo prefiere mil veces a todos los yupies, gomelos y niños bien que tanto la hicieron sufrir en el pasado. No hemos dejado de pelear. ¿Y cómo te fue en el matrimonio al que fuiste?
- Bien, muy bonito. Son unos vecinos del caserne que viven juntos hace 2 años. Ellos tenían el sueño de ir le luna de miel a Tahití entonces toda la decoración era alegórica a las islas. Incluso las invitaciones tenían unas chanclitas pintadas. La lista de regalos era para ayudarles con el viaje, entonces uno les daba el dinero para cosas como tomarse un coctel, o ir a ver los tiburones en el acuario. Ese fue nuestro regalo. Los centros de mesa eran unas maqueticas de islas con muñequitos de Lego. Y como estamos en verano y todo era muy informal yo me puse un vestido viejito que me encanta y “El francés” se fue con un pantalón blanco y chanclas.
- No mija, que hartera la excentricidad de los europeos. Europa ya no es lo que era. ¿No te parece?
- Pues tía es que yo llegué hace un año, no sé cómo era antes.

3 comentarios:

Madame Rosa dijo...

Hola desde Cali!

Descubrir tu blog (pero sobre todo leerlo de cabo a rabo) ha sido un acto verdaderamente placentero.
Qué rico que no hayas perdido ese sentido del humor tan nuestro.

También yo viví algunos años en el extranjero (en Bélgica), mi esposo es belga, mis hijas estudian su carrera universitaria en Lyon y yo...me muero de nostalgia pero también de gusto leyendo los blogs de las personas afortunadas que están viviendo lo que yo viví hace algunos años.

Te seguiré fielmente desde ahora en adelante.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola desde Cali!
Descubrir tu blog (pero sobre todo leerlo) ha sido un acto verdaderamente placentero.
Qué rico que no hayas perdido ese sentido del humor tan nuestro.
También yo viví algunos años en el extranjero (en Bélgica), mi esposo es belga, mis hijas estudian su carrera universitaria en Lyon y yo...me muero de nostalgia pero también de gusto leyendo los blogs de las personas afortunadas que están viviendo lo que yo viví hace algunos años.
Te seguiré fielmente desde ahora en adelante.
Un abrazo

sandra dijo...

HOLA ME ENCANTA COMO ESCRIBIS, Y VEO QUE TE ESTAS VOLVIENDO MUY FAMOSA JUNTO CON TU TIA!!!!! Y PARA CUANDO ES EL MATRI DE CATALINA..... SALUDOS Y BESITOS A TU GORDO PRECIOSO