miércoles, 20 de mayo de 2009

Niños ricos que viajan

Niña rica 1. Sentada frente a mí, había en el tren una muchacha de unos 18 años. Era norteamericana y viajaba con sus padres y una tía. Estaba conectada a un Ipod, comiendo chicle y haciendo mala cara. 4 horas de mala cara.

- ¿Casinos? ¡Casinos los de Las Vegas! ¿Playas? ¡Playas las de Miami!

Entender lo que decía me hizo arrepentirme de las horas que invertí aprendiendo inglés. Sus padres sometidos a sus deseos, trataban de convencerla de que no era tan malo pasar vacaciones en Francia, que la Costa Azul era bonita, que era romántico viajar en tren, que ahora podría comprar todo lo que quisiera en Paris… y la muchacha solo hacía mala cara. Le molestaba todo lo que no era como Estados Unidos, que en Europa todo era viejo, que en su país todo era más grande, más nuevo, más rápido. Extraña enfermedad: Solo podía ver lo que Europa no era.

Niños ricos 2. Hace unos años visité El Vaticano en una excursión donde había con un grupo de Cubanos de Miami. Pegados a una cámara de video no veían nada y por el contrario filmaban el momento en que el Chico, había metido el pie en un charco. Cuando llegamos a la Capilla Sixtina, el Zarco, preguntó con un ojo cerrado y el otro en el lente:

- Ajá, ¿Y aquí que hay pa’ ver?

Yo que estaba cansada de oír chistes malos y bromas de mal gusto, subí mi dedo índice derecho y señalé hacía arriba.

- Ajá chévere, ¿y tú sabes qué es?
- No, ni idea.

Había esperado toda mi vida para ver la Capilla Sixtina y lo último que quería era perder mi tiempo. 5 minutos de explicación no podían borrar 20 años de exceso de comida chatarra y de reality shows.

Niños ricos 3. Un amigo que quise mucho y que ha tenido serios problemas para salir del closet, me contaba que cuando era joven sus papás lo mandaban a él y a su hermano de vacaciones a aprender idiomas. Por su “problema” y también por su timidez exacerbada, iba a todas las clases y se quedaba estudiando por las noches, mientras su hermano esquiaba, paseaba y conquistaba a todas las niñas dispuestas a portarse mal. A la fecha él hablaba 6 idiomas incluido el japonés. Su hermano vivía aún en la casa de sus papas, tratando de reponerse del tercer divorcio.

Aclaración: En términos generales me había gustado ser una niña rica. Pero en términos prácticos, qué bueno no haberlo sido.

1 comentario:

patricia bustamante dijo...

estoy encantada leyendo tu blog, me emociono, lloro, me rio, debe ser por que tambien soy otra inmigrante que hace parte de esta ciudad de la luz, sera por que me identifico tanto con tus historias, sera por que me hace falta el cafecito los sabados en la tarde viendo serenata en teleantioquia, seguire leyendo para recordar, seguire leyendo a ver si un dia me decido escribir tambien mi historia, que como lo digiste antes, todos tenemos una.