sábado, 7 de noviembre de 2009

El gatito es un animal.

Cuando tenía 7 años, el Niño Dios, nos trajo a mi hermano y a mí la enciclopedia: El mundo de los niños. Nuestros papás acuciosos forraron cada tomo en un plástico transparente para proteger los libros. Mi hermano y yo nos sentábamos tardes enteras a mirarlos, leerlos y releerlos. A veces mientras repetíamos el tomo 5 llamado Los Aninales, peleábamos por quién debía pasar la página 209, que tenía la foto de la serpiente de cristal. Le teníamos terror.

Mientras esperaba a mi niño, mi mamá me mandó por barco la enciclopedia. Mi esposo subió la caja sin saber qué era y quedó atónito cuando la abrimos. No podía creer que alguien mandara una enciclopedia vieja a través del mar. Le expliqué qué era y lo que representaba. No pude explicarle lo que sentí cuando la vi, acá, en el mundo paralelo que es nuestra vida. Aún no puedo explicármelo a mí misma.

Mi niño ya tiene 17 meses, casi 18. Edad llena de emociones fuertes como subirse, bajarse, atravesar, esconder, encontrar, inspeccionar, investigar, reírse a carcajadas para luego gritar y finalmente llorar. Después de una de sus aventuras y mientras lo consolaba del nuevo chichón en su frente, decidí mostrarle el tomo 5, el de los animales. Sentados en el piso llegamos a la página 7: “El gatito es un animal”. Un dibujo de un gatico maullando llena la página. Para hacer la experiencia aún más interactiva hago mi mejor imitación. El niño queda extasiado. Paso la página. Llora. Volvemos a la página 7. “ete”. “miaooouuuuu”. Pasamos la página. “no”. “ete”. “miaooouuuuu”. Pasamos la página. “no”. “ete”. “miaooouuuuu”. Pasamos la página. “no”. “ete”. “miaooouuuuu”. 20 minutos de gatico e imitación de maullido. Casi 30 años después paso de nuevo la tarde con El mundo de los niños. La diferencia es que ahora vivo al otro lado del mar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ahh Angelita, cuanto diera por tener la enciclopedia conmigo. despues que la usamos mi hermana y yo, creo que mi mama se la dio a uno de mis primos y la verdad desde ahi le perdimos el rastro... jajaja.

Anónimo dijo...

yo también pase muchas horas leyendo el mundo de los niños y ahora guardo en casa un tomo, solo uno que traje de colombia hace un par de años para que los niños se animen a las manualidades. El resto de la enciclopedia está en una biblioteca de casa ajena en bogotá esperando para cruzar el charco. JCB