domingo, 7 de diciembre de 2008

Papitas

Sin entrar en muchos detalles yo conocía mi esposo en Colombia, y de alguna manera el es "colombiofilo", le gustan muchas de las cosas que nos caracterizan. Cuando las cosas se formalizaron, hice mi primer viaje a Troyes, la ciudad en la que el vivía a dos horas de Paris. Nunca me había estado en un lugar tan despoblado... (a veces haciamos paseos y podía pasar mas de una hora sin ver a nadie), un clima tan inóspito, una agricultura tan desarrollada pero a su vez tan limitada en variedad (viñedos, viñedos, viñedos). Era mi prueba de fuego, así que me dediqué a consentirlo, a darle gusto, a prepararle cosas ricas... Una noche le pregunto... Mi amor, quieres papitas? Si mi amor, pero que queden criollas.

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