domingo, 6 de septiembre de 2009

Salir del Closet

Aunque sea demasiado tarde. Aunque haya callado. Aunque haya pecado por omisión. Aunque no le importe a nadie. Salgo del closet. Confieso abiertamente mi amor y mi compromiso incondicional con los homosexuales, con la Comunidad Homosexual o como quieran llamarse. Mi respeto absoluto. Mi adición a la lucha por la reivindicación de sus derechos y a la búsqueda de la igualdad ante la ley.

De ellos solo he recibido amor, amistad, respeto, conocimiento. A lo largo de mi vida han caminado a mi lado para soportarme, ayudarme, educarme, entenderme o consolarme. Cuando los propios me dieron la espalda tuve una familia en ellos. Un lugar donde llegar. Un plato de comida caliente. Una conversación apasionada. Un silencio cómodo.

¿Qué parte de “todos somos iguales a los ojos de Dios”, no le queda clara a los pacatos inmisericordes e intolerantes? Ignorancia inverosímil que abucheaba a dos niñas homosexuales en el colegio Leonardo Da Vinci, el homosexual más cool de la historia. Religiones engañosas que enseñan el amor y aplican el odio. Educación insípida que premia lo mediocre y castiga lo excepcional. ¿A qué le temen? Hemos leído sus libros, bailado su música, amado sus obras, enloquecido ante su genio y sucumbido a sus encantos.

Hooligans henchidos de testosterona cantan enloquecidos “We are the champions” de Fredy Mercury. Políticos reaccionarios que citan el fino cinismo de Oscar Wilde… y la lista sigue y sigue porque el amor y a quien se ame, no son problema de nadie, solo de los que aman y no definen el genio ni la inteligencia.

Salgo del closet y confieso querer y haber querido a los que me quieren y me han querido. Pido perdón por mi silencio. Por no haber hecho pública mi posición. Por no defender a los que tanto quise. Estúpidamente pensé que si caminaba en las marchas del Orgullo Gay, la gente iba a pensar que yo también era homosexual y tuve miedo. Pero qué pasa con los papás, con las mamás, con las hermanas y hermanos, con los amigos y amigas, con esos que como yo tuvimos la suerte de tener a nuestro lado personas magnificas de las que nos sentimos orgullosos. ¿Desde cuándo es un pecado, confesar el amor, la tolerancia y el respeto?

2 comentarios:

An dijo...

no soy homoxesual, pero no critico su postura y su posición sexual, no me molesta en acsoluto, el amor tiene muchas caras y , como dices, el señor dijo, amaos unos a otros, pero no dijo nunca de que modo. Saúdos e apertas

José Luis López Recio dijo...

Muy bueno tu blog.
Saludos