jueves, 12 de febrero de 2009

Francés, francés.

Sé que es ingenuo pensar que los trámites de residencia en un país serán fáciles, o que las personas serán medianamente amables. Los países deberían evitarse la burocracia y los costos, y mandarle a las personas en mi situación una carta recodándonos que no son felices con nuestra presencia, pero dado que uno de sus ciudadanos cayó en el trampa de enamorarse de una extranjera y ya entrados en gastos: Quédese señora, pero pórtese bien.

Pero no, en vez de eso, se inventan una cantidad de trámites que debemos cumplir año tras año, a ver si nos aburrimos y nos devolvemos. El último trámite que me piden es demostrar que mi hijo es francés. A saber: El niño nació en un hospital público francés. Nos ayudó una trabajadora social francesa a conseguir todo lo pertinente para que entrara en el sistema. El estado francés pagó todo el nacimiento de acuerdo a las políticas existentes. La alcaldía del pueblo en que nació - al sur de Francia, en la región de Var para más señas - nos dio el registro civil francés, donde su papá “el francés” -como le decían en Colombia- dijo que era hijo suyo. En la misma oficina nos dieron el pasaporte francés cuando quisimos ir a Colombia de vacaciones. El niño va a una guardería pública francesa donde pagamos de acuerdo a la declaración de los impuestos ídem. Me imagino yo, que demostrar esto será un periplo por todas estas entidades pidiendo la copia de los registros que ellos ya tienen, o que deberían tener. Por un lado nos dan todos los subsidios y las facilidades de los niños franceses – con los cuales estoy muy agradecida - y por otro quieren que demostremos que el niño si es lo que es, para que su mamá pueda vivir en el país antes mencionado.

Yo haré todo y pondré cara de sufrimiento y/o súplica de acuerdo a la ocasión. Lo que me preocupa, es que el trámite implique una entrevista con el niño en mención. Este muchachito es lo que se dice un tipo chévere, sociable, que le sonríe a todo el mundo, que les acaricia la carita a todas las niñas de la guardería, que come de todo, que solo se queja cuando tiene el pañal sucio, nunca ha hecho huelga y para “colmo” es igualito a mi: revuelto de chibcha con español. Es posible que cuando lo conozcan, comiencen a sospechar, porque francés, francés, no es.

1 comentario:

sandra dijo...

HOLA ANGELA COMO ESTAS, TE CUENTO QUE NO ERES LA UNICA CON ESOS TRAMITES AQUI MIGRACION ES UN CAOS ESTA SEMANA FUIMOS A RENOVAR LA RESIDENCIA Y ES TEIMPO PERDIDO Y PLATA Y MAS PLATA, TANTO ASI QUE VAMOS A NATURALIZARNOS COMO TICOS JAJAJA, ME GUSTO TU BLOG ASI QUE SEGUIRE PASANDO POR AQUI MUCHOS BECHITOS PARA EL BEBE,SALUDOS SANDRA